completamente cansada por el trajín diurno, y aunque en las noches esté mas despierta que en el día, llegué a mi hogar y en seguida me percaté de que tenía que comprar algo de comer, pues moría de hambre, y asi salí... en el camino me acompañaban Tool y Simone Simons, cada uno con sus espectaculares voces; prendí el cigarrillo, esos de canela que siempre fumo y que últimamente se han vuelto mis preferidos porque me dejan en estado stone por 10 minutos la pitada, es de lo más rico del universo... uhmm... me senté en la acera esperando a que la noche invernal me envuelva en su manto, hasta que de rincones desconocidos, esos a los cuales no te atreves a entrar, aperece un frágil y delicado gato con las pupilas completamente dilatadas, mirandome, casi analizandome a pesar de ser un animal; es más como si fuera una persona pues se me acercó y empezó a jugar con mis dedos, y mirarme fijamente... tenía un mensaje para mí... el futuro... El gato representa curiosidad, delicadesa, misteriosidad, habilidad, inteligencia... el gato negro que bailaba con el sonido de mi voz, que disfrutaba con las canciones que compuse en un instante, el gato que me acompañó a casa, que por miedo de mis padres no llegó a entrar... ese gato vagará, me vendrá a visitar en sueños, acariciará mi corazón y mejillas entre mis almohadas y cortinas cuando el día me deprima, estarán sus tiernos ojos en mi vida... aquel gato que no dudó el seguir los cantos, el gato que confía en sus instintos pues inexplicablemente siente que es lo correcto, que es su camino... Todo secreto entre él y yo bajo la luz de la Luna y la sombra de la ignorancia a repetir el instante del encuentro entre miradas...
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