He pasado a ser la observadora
de las manías y sonrisas
de los llantos y la risa
He pasado a ser oyente
de las quejas quebradizas
de los susurros, de las brisas
He pasado a degustar
los amargos sabores de la vida
y los besos lejanos en la oscuridad
He pasado a acariciar
los momentos
y ser feliz con lo que siento
He pasado a percibir
el aroma de su perfume
la escencia de lo que consume
Cierra los ojos...
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